Lo que está pasando en el marketing online no es algo que nos pille de nuevas. Es cierto que hacer zapping en la red tiene una concepción mucho más infinita que en televisión, y que se evidencia en el simple hecho de abrir una pestaña nueva. Si bien es cierto que los banners en sites y los prerrolls en Youtube eran la forma natural de llegar a las audiencias en la red, la aparición en el juego de Ad Blockers tiene al sector muy preocupado.
Concretamente, 2.000 millones de usuarios utilizan bloqueadores de anuncios al mes y que la tendencia es al alza, algo que preocupa cada vez más a los anunciantes según informó PR Noticias. El perfil de los consumidores que rechazan la publicidad es claro: el 40% tiene entre 18 y 29 años y el 23% entre 30 y 34 años.
15% de internautas, 2.000 mill. al mes, bloquea anuncios online
En nuestro país, el 15% de los internautas ya bloquea los anuncios online y el uso de este tipo de funcionalidad no es una broma, ya que podría costar 41.000 millones de dólares en 2016, lo que supone el 21% total del volumen de publicidad según el mismo medio.
Con el iOS 9 estalló la bomba
Pues sí, sí que hay una forma de fruncir el ceño de Google y su Display Network, y hasta Apple este mismo verano apretaba el botón rojo anunciando que Safari para iPhone (80 millones de usuarios activos en EEUU según Comescore), iPad y Mac incorporará la opción por defecto de activar bloqueadores de publicidad, una herramienta dirigida a bloquear cookies, imágenes, recursos, banners y pop ups publicitarios tal y como informaba Europa Press.
Además, según cuenta el blog MIT Technology Review, más de una docena de bloqueadores de publicidad están ya disponibles en la tienda de apps de Apple, y varios figuran en la lista de las apps de pago más populares. El desarrollador de Crystal, la app que actualmente encabeza la lista, dice que ya se descargó más de 100.000 veces durante sus primeras 12 horas en la tienda mientras se ofrecía gratis (ahora cuesta 88 céntimos de euro).
Y Google remató con Chrome y Youtube Red
El banner agoniza, especialmente cuando el pasado mes de julio se alertase sobre un grave fallo de seguridad en Flash que permitía la instalación de malware con el que obtener información confidencial ajena de los usuarios según informa El Economista. En consecuencia, Google anunció que iba a proceder a bloquear los elementos con Flash no importantes en Chrome. Estos elementos son especialmente usados en publicidad, con lo que el uso de esta tecnología se irá reduciendo cada vez más.
Por su parte, sabemos que el gigante de vídeo de Google tiene previsto pronto el lanzamiento de Youtube Red, es decir, un servicio Premium que por el pago de una módica cantidad te permitirá disfrutar de todo su contenido (especialmente el musical) sin los molestos anuncios que interrumpen las listas de reproducción (algo similar a Spotify Premium).
¿Qué como sabemos esto? Lo cierto es que existe un mail que los creadores de contenido de YouTube (youtubers) han estado recibiendo en donde se les indica de un cambio en los términos de servicio, así como que sus videos no estarán desplegados forma pública o disponibles para monetización dentro de los Estados Unidos debido a nuevas opciones que se estarán abriendo a los usuarios, todo esto a partir del 22 de octubre según informa La Voz.
¿Por qué bloqueamos publicidad?
Debemos pensar en los motivos – poniéndonos en la piel de un usuario – de por qué bloqueamos anuncios. Aquí va un pequeño brainstorming:
- Son impuestos, no voy yo a ellos
- Muchas veces no me interesa el producto
- En ocasiones son poco atractivos y cuidados
- No me resultan útiles, ni entretenidos
- Me interrumpen, y por tanto me molestan
- Se repiten y no aportan nada nuevo
- No me generan confianza, sé que me quieren vender algo
- Hacen perder mi tiempo y colman mi paciencia
- Y un largo ETC.
Si te sientes identificado con algunas de estas afirmaciones es lógico, eres miembro de una nueva cultura digital, una era en la que el internauta no está dispuesto a esperar, ni a que elijan por él, ni a que le hagan engullir un contenido que simplemente NO LE GUSTA.
El Internauta del 2015 quiere consumir los contenidos que él ha escogido y cuándo él lo ha decidido. Por tanto la clave aquí, como anunciante, es encontrar contenidos que puedan ser publicitarios y atractivos al mismo tiempo.
Influencers = confianza + autenticidad
Partiendo del problema te vamos a llevar a la solución. Tomaremos como referencia esta quote:
“Las estrategias de marketing de contenidos deben servir al consumidor primero, no al marketero»
Holly Hamman, Tap Influence
El nuevo marketing no funciona de marcas a personas, sino de personas a personas, y se basa en la confianza, tal y como defiende la autora citada en este interesante artículo. Los usuarios buscan la perspectiva de los productos que tiene otros usuarios en los cuales confían, lo que denominamos influencers. Además estos tienen la capacidad de crear contenidos atractivos, contenidos que las audiencias quieran consumir.
¿Queréis algunas cifras?
– El 74% de los consumidores consultan sus redes sociales antes de efectuar sus compras.
– Los blogs están detrás del 49% de las decisiones de compra según el último estudio del IAB sobre e-commerce.
– Un 92% confía antes en las recomendaciones de familia y amigos que en cualquier otra forma de publicidad.
– El 63% de los clientes aseguran que son más propensos a efectuar compras con la opinión de otros consumidores.
– El 62% de los jóvenes comprarían un producto recomendado por su youtuber favorito.
– El marketing de influencers es el canal de adquisición más rápido según una encuesta de Tomoson entre directores de marketing.
– Por cada dólar invertido en marketing de influencers, la empresa recibe 6,50 de beneficio.
¿Lo mejor de todo esto? Un usuario simplemente no puede bloquear este tipo de publicidad básicamente porque la elige ÉL. Su libertad empieza en seguir o no al influencer, y una vez en su newsfeed escoge leer el post de ese blog (porque le interesa) o darle Me Gusta a la foto que ha subido en Instagram, porque realmente le parece atractiva, incluso útil en algunos aspectos de su vida. Esto nos lleva al concepto de engagement, y al hecho de que las relaciones que entablan las marcas a través de estas técnicas son mucho más enriquecedoras que las que puedan alcanzar con la publicidad tradicional.
La clave del influencer marketing está en la confianza y la libertad de elección del usuario
Tomaremos para finalizar esta aportación de Marketing Directo y de Jason Stein. El CEO de Laundry Service, una de las agencias de social media más en alza, advierte que las marcas que quieran hacer uso de esta estrategia deben ceder una parte del control del mensaje de su marca. El influencer debe pertenecer al segmento al que intenta llegar la marca y, por ello, la firma debe entender qué es lo que se adapta mejor a ese influencer en vez de marcar las pautas sobre qué tipo de contenido debe crear o cómo debe hacerlo.
“La autenticidad reina en internet. Si dispone de una celebridad a quien no le importan lo más mínimo un producto dirá ‘Hey, comprad esto’. Pero esto no funciona, no tiene sentido”, sentencia Jason reforzando la idea que pretendemos trasmitir.
Imagen de portada | Pexels Edited
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